
Un equipo internacional de investigadores ha realizado un nuevo análisis científico que redefine la historia de las cuevas de Altamira, situando la cronología de varias figuras del techo de los policromos en fechas cercanas a los 33.000 años. La nueva investigación, publicada en Journal of Archaeological Science, adelanta la cronología de varias figuras del famoso techo de los policromos hasta fechas cercanas a los 33.000 años. El estudio, liderado por Qingfeng Shao, ha analizado costras carbonáticas de tres puntos del techo de los policromos y de un motivo claviforme del pasaje intermedio, utilizando una metodología refinada que incluye ablación láser y espectrometría de masas. Los resultados confirman que los animales policromos no son el único testimonio temprano del arte rupestre de la cueva, y que los signos abstractos ya estaban allí desde las primeras fases del Gravetiense. La cueva se habitó, en lo que respecta a las manifestaciones artísticas, durante más de diez milenios.