
Una clienta leal de T-Mobile durante más de 20 años, la madre de Isabella, decidió cambiarse a Mint Mobile y solicitó la cancelación de sus tres líneas telefónicas activas con T-Mobile. Sin embargo, descubrió que aún se le estaban cobrando $120 al mes por una de las líneas que había pedido cancelar. A pesar de que T-Mobile admitió el error, no reembolsó el dinero cobrado de más y, en su lugar, impuso cargos por demora y aumentó el monto adicional que supuestamente debía, llevándolo de $202 a $270. La empresa envió la deuda a cobranza y no ha dado una explicación pública clara sobre este caso.