
Empresas como Cadence y Synopsys han incorporado funciones basadas en IA a sus herramientas de EDA, cambiando radicalmente la forma en que se crean los chips. La automatización de tareas tediosas ha mejorado el rendimiento en un 60% y la eficiencia energética en un 38%. Más del 50% de los diseños avanzados ahora cuentan con ayuda de la inteligencia artificial. Esto ha permitido que ingenieros menos experimentados puedan abordar proyectos complejos y ha impulsado a gigantes como Nvidia, AMD y Qualcomm a adoptar masivamente estas tecnologías.