
La Generación Z está detrás de una serie de ataques cibernéticos en España, incluyendo el acceso a la base de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Un joven de 19 años, conocido como Alcasec, ha sido detenido por su participación en estos ataques, que incluyeron la extracción de datos bancarios de más de medio millón de españoles. Otro caso es el de un joven murciano de 23 años que accedió a la base de datos de la DGT durante cuatro años, extrayendo más de 40 millones de matrículas y datos personales de conductores. La falta de percepción del riesgo y la accesibilidad tecnológica son factores que contribuyen a la proliferación de la ciberdelincuencia juvenil.