
Christiaan Beek, investigador de Rapid7, ha desarrollado un prototipo funcional de ransomware que se esconde en el microcódigo de los procesadores, lo que lo hace invisible para los antivirus actuales y persistente incluso después de reemplazar el disco duro o reinstalar el sistema operativo. Este malware utiliza una vulnerabilidad en los chips AMD de la familia Zen para inyectar microcódigo malicioso. Aunque Beek no ha publicado el código, su prueba de concepto demuestra que esta amenaza es real y alcanzable. En 2022, las filtraciones del grupo de ransomware Conti mostraron que estaban explorando ideas similares.