
En mayo de 2005, Bill Gates predijo que el iPod sería irrelevante en unos años debido a la integración de funciones en un único dispositivo, como los teléfonos móviles. Dos años después, en 2007, se lanzó el iPhone, que supuso el primer clavo en el ataúd del iPod. Gates dio en el clavo con su predicción, pero Microsoft no supo aprovecharla. En su entrevista para el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Gates afirmó que el mercado de los teléfonos móviles es estratégicamente fundamental y que los consumidores querrían más opciones. El lanzamiento del iPhone y la llegada de los smartphones confirmaron su predicción, pero Microsoft quedó relegada a una cuota de mercado minoritaria con su sistema operativo Windows Phone.