
Google dejará de usar dominios regionales (ccTLDs) y redirigirá todo el tráfico a google.com. Esto cambiará poco la experiencia del usuario, pero tendrá implicaciones técnicas y culturales. Los ccTLDs mostraban resultados adaptados a cada país, pero Google ahora puede determinar la ubicación del usuario a través de la dirección IP, la configuración de la cuenta o los permisos de ubicación del navegador. La unificación permitirá a Google centralizar la experiencia del usuario, aplicar actualizaciones de forma uniforme y garantizar un mismo estándar de calidad. Los usuarios podrán seguir cambiando su región en la configuración de búsqueda y utilizando herramientas como VPNs para simular estar en otro lugar. Para los expertos en SEO, esta decisión implica cambios en cómo posicionan sus páginas en distintos países.