
Elon Musk, CEO de SpaceX, ha expresado que las posibilidades de éxito de Starship eran altas, con un 80% de posibilidades de haber resuelto los problemas, aunque finalmente la nave explotó en pedazos al caer sobre la superficie terrestre. A pesar del fracaso, se han solventado algunos problemas y se han mejorado los puntos requeridos, como el sellado de los depósitos de combustible. Musk ha demostrado no ser especialmente certero con los plazos y ha criticado a la NASA por ser conservadora.