
La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, declaró que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no alertó de la crecida del barranco del Poyo hasta que el desastre era imparable, lo que refleja una descoordinación en la cadena de mando. El presidente de la CHJ, Miguel Polo, no advirtió del riesgo hasta un correo electrónico tardío a las 18:43, con el Poyo ya en 1.686 m³/s. La DANA del 29 de octubre de 2024 dejó 229 muertos y el sistema colapsó. La Generalitat de Carlos Mazón lleva meses señalando estas carencias, y la confesión de Bernabé las corrobora.