
La ONU se enfrenta a una crisis financiera agudizada por los recortes de Donald Trump, lo que ha llevado al secretario general António Guterres a anunciar un plan para mejorar la eficiencia de la organización, conocido como Iniciativa ONU80. El plan incluye la posible fusión o traslado de agencias especializadas para ahorrar costes. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) podría fusionarse con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) podrían sufrir recortes significativos. La crisis financiera ha llevado a la pérdida de un 40% de la financiación presupuestaria de la ACNUR, lo que podría resultar en el despido de entre 3.000 y 4.000 trabajadores. Países como Ruanda, Turquía y Catar han ofrecido sedes para agencias de la ONU, y Canadá, China y Alemania han ofrecido ser sedes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios.