
Elon Musk, designado al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) por Donald Trump, ha implementado una jornada laboral de 120 horas semanales para sus empleados. Esta medida ha generado controversia y preocupación sobre su impacto en la salud física y mental de los trabajadores. Musk justifica esta decisión como necesaria para aumentar la eficiencia gubernamental y combatir la burocracia. Sin embargo, expertos y organizaciones médicas advierten sobre los riesgos de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, obesidad y cuadros depresivos asociados con jornadas laborales extremas.