
Thomas Hobbes nació en una época de intensa inestabilidad política, marcada por la Guerra Civil inglesa. Su pensamiento político se basa en la idea de que el ser humano es egoísta, competitivo y temeroso. En ausencia de un poder que imponga orden, no existen leyes ni justicia, y reina una guerra de todos contra todos. Hobbes propone un contrato social en el que los individuos ceden sus derechos al Leviatán, una figura que puede ser un monarca, una asamblea o cualquier forma de gobierno, a cambio de seguridad.