
El Gobierno de Pedro Sánchez anunció la suspensión de vínculos militares con Israel después del ataque terrorista de Hamás en octubre de 2023, pero un año y medio después, no hay constancia de esta ruptura. El PSOE apoyó la tramitación parlamentaria de un embargo de armas a Israel, pero el Gobierno admite que es complicado debido a la dependencia de la tecnología israelí. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, admitió el error de comprar balas israelíes y reconoció que el contrato está en proceso de rescisión, con un coste de más de 6 millones de euros. Los socios del Gobierno critican los gestos vacíos y piden una acción más firme.