
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decretado un luto oficial de tres días por la muerte del Papa Francisco, a pesar de su hostilidad hacia la Iglesia Católica y los valores cristianos. El ministro Félix Bolaños ha hecho una declaración con corbata negra y tono de afectación, lo que resulta difícil de creer. El PSOE ha promovido políticas y gestos que chocan con la sensibilidad católica, como la retirada de crucifijos en actos oficiales y el reconocimiento del aborto como un derecho.