
Carlos Ochoa, secretario general del Sindicato de Estudiantes de Sevilla, y otro activista deben declarar el 26 de mayo en calidad de investigados por un delito de daños por pintadas en un cajero de una entidad bancaria en mayo del año pasado, en el marco de protestas universitarias contra los ataques de Israel sobre Palestina. Las pintadas señalaban la complicidad de la entidad bancaria con la matanza en Gaza y abogaban por un boicot contra los cómplices del genocidio.