
El autor describe la era actual como 'La era del Subnorceno', caracterizada por una estupidez generalizada y ubicua. Cita las leyes de la estupidez humana de Carlo M. Cipolla, que indican que siempre subestimamos el número de individuos estúpidos y que la probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de sus características. El autor critica a políticos como Pedro Sánchez, Inés Hernand y José Luis Rodríguez Zapatero, considerándolos ejemplos de estupidez. También menciona la 'paradoja Garzón', que sugiere que los individuos con apellidos como Garzón están condenados a la estupidez. El autor concluye que la estupidez es más peligrosa que la maldad y que España es el epicentro del Subnorceno.