
Pedro Sánchez impulsa una reforma electoral para reforzar la posición del PSOE, incluyendo propuestas como rebajar la edad de voto a 16 años, hacer obligatorios los debates electorales en la televisión pública y exigir la publicación de microdatos de las encuestas electorales. El Ministerio de Juventud e Infancia trabaja en la reducción de la edad mínima para votar, lo que podría beneficiar a los partidos progresistas. La reforma también incluye la posible sustitución de la fórmula D'Hondt por métodos más proporcionales y ampliar el número de escaños en el Congreso de 350 a 400.