
El Consejo de Ministros aprobó la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una medida que se considera de gran relevancia y que sitúa a España como referencia en todo el mundo. La jornada laboral máxima en España era de 40 horas desde 1983, y esta reducción se considera un paso hacia la modernización de la economía y las empresas españolas. La medida se aplicará a través de una ley que garantice que todas las personas se beneficien de la reducción de la jornada, y se estima que beneficiará a más de 12 millones de personas. El Gobierno de coalición cumple con su programa y considera que esta medida es una oportunidad para redistribuir el tiempo de trabajo y mejorar la productividad por hora trabajada.