
Bungie se encuentra en un proceso judicial por Destiny 2, iniciado por Matthew Kelsey Martineau en octubre de 2024, quien acusa al estudio de copiar ideas de sus obras para la campaña La Guerra Roja. La campaña no está disponible desde hace años, por lo que Bungie presentó un vídeo de 10 horas de gameplay como prueba. El tribunal rechazó la moción de Bungie porque no hubo tiempo para revisar la prueba y los anexos fueron preparados por terceros, cuya autenticidad no ha sido probada.