
Raúl Juliá murió el 24 de octubre de 1994 a la edad de 54 años debido a un cáncer de estómago. A pesar de su condición física, aceptó el papel de M. Bison en Street Fighter: La última batalla porque sus hijos adoraban la franquicia de Capcom. El director Steven E. Souza recordó que Juliá se veía muy mal, pero decidió dejarlo todo en el papel. La película se estrenó después de su muerte, pero su actuación fue memorable. Juliá estuvo acompañado por sus hijos y esposa durante el rodaje, y sus compañeros de reparto, como Robert Mammone y Roshan Seth, tienen buenos recuerdos de él.