
Stoffel Vandoorne ganó el E-Prix de Tokio con una estrategia perfecta, superando a Oliver Rowland y Taylor Barnard. La carrera se disputó en condiciones de lluvia y pista mojada, lo que llevó a estrategias locas y un final inesperado. Vandoorne logró su primera victoria en tres años y la primera con Maserati, mientras que Rowland aumentó su diferencia en el liderato del Campeonato del Mundo eléctrico. La clasificación final fue: Stoffel Vandoorne (Maserati), Oliver Rowland (Nissan) a 8.140 s, Taylor Barnard (McLaren) a 8.695 s, Sebastien Buemi (Envision) a 9.047 s, Dan Ticktum (Cupra Kiro) a 14.499 s.