
La salida de Alexander-Arnold del Liverpool ha generado una gran reacción negativa entre la afición, que lo ha calificado de traidor, perdedor y rata. El jugador había comunicado a su entrenador que no renovaría su contrato en enero, pero decidió esperar hasta después de ganar la liga para anunciar su marcha. El Real Madrid es el destino más probable para el jugador, que había sido seguido por el club durante tiempo. La lesión de Carvajal en octubre hizo que el Madrid se pusiera en contacto con el Liverpool para negociar su traspaso. El entrenador del Liverpool, Arne Slot, rechazó la oferta inicial, pero finalmente el jugador decidió dejar el club. La afición del Liverpool ha reaccionado con rabia y decepción, quemando camisetas con el número 66, el dorsal de Alexander-Arnold.