
La temporada de Eduardo Camavinga en el Real Madrid ha sido decepcionante. Su actuación contra el Arsenal en la Champions League fue particularmente mala, contribuyendo al desastre colectivo del equipo. Camavinga cometió errores cruciales, como una falta que resultó en un gol para el Arsenal. A pesar de mejorar algunos aspectos de su juego, como la recuperación de balones y la pérdida de pelotas, sus errores visibles y evitables han costado goles y han afectado su rendimiento. La lesión en la Supercopa de Europa y otras lesiones musculares han elevado su total a 20 encuentros de ausencia. Su peor pecado fue el penalti a Gavi en la Supercopa de España, que cambió el curso del partido.