
En el noreste de Brasil, específicamente en el estado de Maranhão, se encuentra el Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses, un lugar que desafía la lógica de la naturaleza. Durante unos pocos meses al año, este paisaje seco y arenoso se transforma en un mosaico de lagunas turquesas que atraen a millones de personas. El fenómeno ocurre entre enero y junio, cuando las lluvias tropicales convierten el terreno árido en un paisaje surrealista con lagunas que pueden alcanzar hasta 100 metros de largo y varios metros de profundidad. El momento ideal para visitarlo es entre julio y septiembre. La fama del parque ha traído consigo una oleada de turismo, lo que plantea riesgos importantes para su ecosistema, que depende estrictamente de las lluvias estacionales. La UNESCO ha incluido al parque en su Lista del Patrimonio Mundial para protegerlo.