
El lúpulo silvestre, una planta que crece en campos y bosques, es una delicia gastronómica con un sabor ligeramente amargo y notas que recuerdan a la nuez. Se degusta frito en mantequilla y es considerado un alimento de lujo, con un precio de 1.000 euros por kilo. Solo se encuentra en las mesas más nobles y es difícil de encontrar, ya que sus brotes se esconden entre tonalidades verdes y blancas. Cada brote pesa aproximadamente un gramo y solo los 3 centímetros superiores son comestibles. Existen pocos productores dedicados a cultivarlo, principalmente en Alsacia, Baviera y Bélgica, y también se puede encontrar en algunas zonas de España, como Galicia y León.