
Carlos III y la reina Camilla asistieron a la Misa de Pascua en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, después de que el rey fuera ingresado por complicaciones de su tratamiento contra el cáncer. Los príncipes de Gales y sus hijos no asistieron, mientras que el príncipe Andrés y su exmujer Sarah Ferguson sí lo hicieron, acompañados de sus hijas. La familia real británica también celebró una comida tradicional con cordero asado y dulces de chocolate en el Castillo de Windsor.