
La Infanta Sofía ha terminado su bachillerato en un internado galés y regresa a España para comenzar sus estudios universitarios. Según la periodista Pilar Eyre, Sofía tiene un gran sentido del humor, es curiosa y admira profundamente a su madre. La Casa Real necesita su presencia para conectar con nuevas generaciones y Sofía se convertirá en una pieza clave en la narrativa pública de la monarquía. La Infanta ha aprendido a moverse en la sombra, pero empieza a despuntar con luz propia y participará en actos institucionales en solitario. Su regreso no será flor de un día, sino que vuelve para quedarse y aportar relato, juventud y una sonrisa sin imposturas a la institución.