
El príncipe Harry afirma que al dejarle sin seguridad cada vez que visita su país natal están poniendo en juego la vida de su mujer, Meghan Markle, y sus dos hijos, Archie y Lilibet, comparándose con la princesa Diana, quien murió en un accidente automovilístico en 1997. Harry busca una reconciliación con su familia, pero afirma que no sabe cuánto tiempo le queda a su padre, el Rey Carlos III, y que no quiere que la historia se repita.