
La percepción sobre Alejandra Rubio ha cambiado después de que Amor Romeira revelara que ser hija de Terelu no le ha facilitado la vida. Alejandra ha sido víctima de un acoso mediático y ha pagado un precio alto por su apellido. Ha habido un debate en el programa Fiesta sobre la figura de Alejandra Rubio y la presión mediática que sufre. Amor Romeira ha defendido que Alejandra no ha tenido una vida fácil y que su apellido ha sido una condena constante. La imagen pública de Alejandra ha cambiado y ahora se la ve como alguien que ha tenido que luchar más de lo que parecía.