
Pablo Urdangarin, de 23 años, ha logrado convertirse en la figura más relevante de su familia por méritos propios, destacando en el balonmano español y alejándose de la esfera monárquica. Ha roto con las expectativas al dedicarse al balonmano y no necesitar el respaldo de la Familia Real. Es el miembro más mediático de los hijos de la infanta Cristina, pero también el que más se ha alejado de la esfera monárquica. Ha demostrado habilidad comunicativa y liderazgo en su equipo, y mantiene una relación afectiva con sus padres.