
El consumo de fruta fresca ha caído un 30%, pasando de 90,2 kilos per cápita en 2016 a 64,4 kilos en 2025. El consumo de pescado también ha disminuido, de 14,4 kilos por persona en 2016 a 9,22 kilos en 2025. Por otro lado, el consumo de platos preparados ha aumentado de 12,9 kilos per cápita en 2016 a 17,47 kilos en 2025. Otros productos como la leche, zumos, pan, frutos secos, agua embotellada, café e infusiones, arroz y pasta han registrado cambios en su consumo en la última década.