
Para conservar queso y embutidos, se recomienda utilizar un tupper hermético para reducir el contacto con el aire y evitar la sequedad. También se pueden utilizar papel de horno o encerado, aceite de oliva, y controlar la humedad con garbanzos o arroz. Es importante refrigerar el queso y dejarlo reposar a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos antes de consumirlo. Para embutidos, se puede cubrir el corte con su propia grasa, utilizar plástico transparente y un trapo protector, o untar el corte con aceite de oliva.