
La autora compró un rascador en Ikea por 19,99 euros para su gata de 12 años, Rory, pero ella prefiere arañar el sofá. La autora decidió utilizar el rascador como joyero para colgar sus pendientes, aprovechando que el tejido de ratán es fácil de perforar. También encontró alternativas en Amazon, como un rascador con estructura metálica por 16,50 euros, un tablero rascador ajustable de madera maciza por 29,99 euros y un cactus de madera con rafia tamaño XL por 46,60 euros.