
La izquierda ha perdido el relato y recurre al doxing, un delito que implica difundir información privada de una persona sin su consentimiento. Personas como Raúl Solís Galván, nacido en 1982, licenciado en Periodismo, se dedican a señalar y amenazar a cuentas en redes sociales que no les gustan, publicando fotografías, teléfonos, direcciones y centros de trabajo. Esto es un delito y debería ser denunciado en una comisaría o juzgado, en lugar de recurrir a la violencia y el acoso.