
Mikel Landa ha sufrido múltiples percances físicos y caídas a lo largo de su carrera, incluyendo una fractura de clavícula derecha en la Vuelta a Murcia 2011, una gastroenteritis en el Giro de Italia 2016, una caída en la Clásica de San Sebastián 2018 que le provocó la rotura de una vértebra, y una fractura estable de la vértebra torácica T11 en el Giro de Italia 2025. Otras desgracias incluyen caídas en el Dauphiné Libéré 2011, el Giro de Italia 2017, el Challenge de Mallorca 2019, el Tour de Francia 2019, la Itzulia 2024 y el Giro de Italia 2025.